six

Obvio que este es un post programado que estoy escribiendo una calurosa noche de enero, pero de otro modo jamás me voy a acordar de algo tan mundano.

No cabe en otro lado el pensamiento, pero no puedo dejar de notar que hace 6 años abrí este blog por la insistencia de una persona que solo me alegra que aparezca recurrentemente en mi vida 6 años después y que aunque no nos veamos seguido todavía podamos sentarnos a hablar de la vida, o de música, de películas y del mundo enfermo y triste como era hace mucho más de 6 años.

El tiempo no pasa en vano y obvio que aún no soy escritor, obvio que escribo prácticamente solo cuando me pasan cosas malas y probablemente si alguien no me conociera y leyera este blog llamaría a un psiquiatra (o siquiatra?) con urgencia. Pero tiendo a sobrerreaccionar (quién no?)
En retrospectiva no todo es tan malo, como sea, vale la pena estar vivo. Vale la pena estar sentado tipeando esto en vez de dormir, son cosas que he descubierto en el camino.

Quizá mis andanzas no son las más interesantes, quizá me cuesta elegir las palabras, quizá aún me importa más que esto esté escrito con Times new roman y no haga nada al respecto, pero de todo el sinsentido que escribí a mis 16 en el primer post, me quedo con una frase que sigue siendo más cierta que nunca: quién necesita creatividad para hablar lo que piensa? .Yo no.
Lógicamente eso también ha cambiado, debo reconocer que logro encontrar creatividad. Quizá no en las palabras, y es que en 6 años cambian muchas cosas. 
Lógicamente ya no soy un escritor frustrado, no porque sea un gran escritor, sino porque no me interesa serlo. 
Uno cambia de parecer tantas veces que de otro modo no tendría 23 en mi primer año de U.

Lo único que sigue constante, es este espacio, quién sabe dónde estaré en 6 años más. Pero de seguro estaré escribiendo (quejándome?) al respecto acá.
Por el derecho a cambiar
Por otros 6 años.
Gracias blog.